Uso y cuidado correcto de las velas

  • Nunca dejes una vela encendida sin vigilancia o mientras duermes. Si vas a salir de la habitación o a acostarte, asegúrate de apagarlas.
  • No toques ni muevas una vela encendida, especialmente cuando la cera esté derretida. 
  • La primera quema es esencial para maximizar la vida de una vela. Es importante establecer su memoria correctamente. Para ello, debes quemarla hasta que la cera se derrita en toda la superficie o hasta que llegue al borde exterior del recipiente. Así crearás una quema uniforme. 
  • Una vez hayas creado la memoria de la vela, para evitar que se formen túneles, es necesario prenderla unas 2-3 horas seguidas o hasta que la cera se haya acumulado en los bordes. 
  • Si vas a encender varias velas al mismo tiempo, coloca cada una de ellas a una distancia mínima entre sí para asegurarte de que no se superpongan fundiéndose unas a otras o creen sus propias corrientes de aire. 
  • Para maximizar la difusión de la fragancia, quémala en el espacio deseado durante 30-45 minutos con la puerta cerrada. Las ventanas y puertas abiertas dispersarán el aroma y disminuirán la concentración.
  • Para preservar la fragancia de la vela, evita la acumulación excesiva de calor y la formación de la denominada «seta» en la mecha. 

AL EXTINGUIR Y DESPUÉS DE LA QUEMA

  • Por razones de seguridad, no se debe quemar la vela hasta el final. Extínguela cuando queden 10 mm de cera o menos. La llama precisa de una base sólida de cera para no sobrecalentar el recipiente de vidrio. 
  • Apaga la vela con un apagavelas o tapa de madera si la tiene. También puedes sumergir la mecha en la cera derretida intentando enderezarla para evitar que humee. No soples ni utilices agua ya que esto puede provocar que la cera caliente salpique y rompa el recipiente de cristal.
  • Si se forma hollín en el interior del recipiente, apaga la vela, déjala enfriar completamente y luego límpiala con un paño húmedo. Recorta la mecha y vuelve a encenderla.
  • No toques ni muevas la vela hasta que se haya enfriado por completo.
  • Guarda las velas en un lugar fresco, oscuro y seco. Evita colocarlas donde les dé la luz directa del sol o una iluminación interior intensa.